"Día Internacional de la Mujer
Artículo de opinión por Navanethem Pillay
Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Tengo mucho que celebrar el Día Internacional de la Mujer. En mi vida, he visto inimaginable cambio, en mi propio país y en todo el mundo. He visto el poder de la gente común que se ha alzado contra las injusticias que enfrentan y que han triunfado contra todos los pronósticos. Como mujer de color crecida en la pobreza, he experimentado la discriminación por razones de sexo, raza y clase. Hoy, estoy celebrando el poder de las mujeres, el poder para superar las vulnerabilidades particulares resultantes de estas múltiples formas de discriminación.
Como joven estudiante de derecho bajo el régimen de apartheid, se me advirtió que no esperara que los secretarios blancos aceptarían instrucción de mi parte. Tuve suerte cuando me gradué de ser empleada por un abogado negro, pero primero me hizo la promesa de no quedar embarazada. Como Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, mi mandato es la protección y promoción de los derechos humanos, incluidos los derechos de las mujeres, para todas las mujeres. Me preocupa que la crisis económica mundial que se enfrenta actualmente tendrá un impacto desproporcionado sobre las mujeres. Las mujeres son la mayoría de los pobres y desposeídos. Las mujeres se enfrentan a la privación de los derechos económicos y sociales, así como de los derechos civiles y políticos. El reconocimiento de todos estos derechos, a lo que las mujeres tienen derecho, es fundamental para el empoderamiento de la mujer.
Las mujeres todavía no reciben igual remuneración por igual trabajo, y las mujeres no gozan de la protección jurídica otorgada a los demás en el lugar de trabajo. Las trabajadoras domésticas, en particular las trabajadoras migrantes, a menudo quedan fuera del ámbito de aplicación de las leyes laborales. En muchos países, las leyes restringen el acceso de las mujeres a la independencia financiera, discriminando en su contra en materia de empleo, propiedad y herencia. Además, las políticas económicas a menudo discriminan contra la mujer, agravando la brecha entre ricos y pobres y privando a las mujeres de medios sostenibles de subsistencia.
La violencia contra la mujer comforma su vulnerabilidad. La ONU considera que es una "pandemia". Como abogada trabajando contra la violencia doméstica, he visto de primera mano los efectos de esta violencia sobre las mujeres, los niños y las familias, destruídas por estos crímenes que demasiado a menudo se ocultan y protegen por la impunidad . Así como la violencia contra la mujer es un arma de dominación en el hogar, la violencia contra la mujer es un arma de guerra en los conflictos armados. Como Jueza del Tribunal Internacional para Rwanda, de la ONU, escuché testimonios de mujeres sobre atrocidades sufridas de violencia sexual y vi cómo esa violencia se ha utilizado para destruir familias y comunidades.
A pesar de la enormidad de la violencia y la discriminación contra la mujer, hoy estoy de fiesta. Estoy celebrando el poder de la mujer cuyo espíritu no puede ser quebrantado, que sobrevive e incluso prospera. Estoy celebrando la visión de la igualdad entre mujeres y hombres que está consagrado en el marco del derecho internacional de derechos humanos, y nuestros esfuerzos colectivos para avanzar hacia esa visión y hacerla una realidad para todos los hombres y mujeres de todo el mundo. Estoy celebrando también el creciente número de hombres que entienden que la igualdad entre los sexos, beneficia tanto a hombres y mujeres y que trabajan para poner fin a la violencia y la discriminación contra la mujer. El tema de este año del Día Internacional de la Mujer, "Mujeres y Hombres: Unidos para poner fin a la violencia contra la mujer," no es sólo un reconocimiento, sino también un llamamiento a la acción en el marco de una campaña mundial lanzada por el Secretario General de la ONU.
Hay puntos de referencia del progreso - las mujeres en el parlamento, las mujeres jefas de Estado, las mujeres en los más altos tribunales, y las mujeres en las Naciones Unidas. Quizás como resultado de ello, veo a las niñas de todo el mundo creciendo con un sentido diferente de sí mismas de lo que yo y la mayoría de las mujeres de mi generación tuvimos. Estas chicas son poderosas – ellas dice no a las prácticas nocivas como el matrimonio precoz, la mutilación genital femenina y el acoso sexual. Ellas quieren ir a la escuela y recibir educación. Quieren ser abogadas, médicas, juezas, miembras del parlamento. Ellas quieren cambiar el mundo en que vivimos. Yo sé que lo harán y celebrar por estas niñas en el Día Internacional de la Mujer. Ellas son nuestro futuro".
Traducción libre del inglés de Luis Gálvez Trejo para el Foro Permanente de Estudios sobre Masculinidades, Marzo, 2009
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