Mundial de Atletismo
Semenya arrasa pendiente de la prueba de feminidad
La surafricana Caster Semenya descansa antes de la final. Phil Noble
M. V. P. / AGENCIAS | A CORUÑA / BERLÍN
Caster Semenya hizo ayer oídos sordos a las críticas sobre su masculinidad y se impuso en la final de los 800 metros con una superioridad apabullante con respecto a sus rivales, entre las que se encontraba la española Mayte Martínez, que sólo pudo ser séptima. La surafricana, de tan sólo 18 años, realizó un tiempo de 1.55.45 y ganó con más de dos segundos de ventaja sobre la segunda clasificada.
Esta exhibición ha servido para que las sospechas acerca de su feminidad aumenten. Incluso su entrenador, Michael Seme, encuentra lógica esta polémica por el aspecto hombruno de su pupila. La musculatura, el bello facial y su apariencia general despiertan las dudas hasta de la IAAF, que le ha sometido a un test de género.
Las sospechas surgieron no sólo por su aspecto, sino porque este año, en los campeonatos africanos, rebajó en siete segundos su marca personal para dejarla en 1:56.72, la mejor del mundo este año.
"Entendemos que la gente pueda hacerse preguntas porque ella parece un hombre. La curiosidad es humana", comentó Seme, que ilustró la cuestión con una anécdota.
Una vez, en Ciudad del Cabo, se pararon a repostar en una gasolinera y la atleta aprovechó para visitar los lavabos. Un empleado de la estación, al verla dirigirse al de mujeres, le indicó la dirección del de los hombres, convencido de que lo era.
"Caster, con una sonrisa, le dijo: '¿Acaso quieres que te muestre mi sexo?", recuerda su entrenador, que, por su parte, no tiene ninguna duda sobre el sexo de su discípula.
"Puedo daros el teléfono de sus compañeras de habitación en Berlín. Ellas la han visto en la ducha y no tiene nada que ocultar", explicó el técnico surafricano.
La Federación de su país, por medio de su jefa de prensa, Ethel Manyaka, hizo saber ayer que no habría enviado a una atleta a los Mundiales de no haber estado segura de su género.
Para Manyaka, otros atletas tienes aspecto masculino y no pasa nada, y citó a María Mutola (Mozambique), Pamela Jelimo (Kenia), Ariane Friedrich (Alemania), además de algunas rusas y ucranianas.
Más casos polémicos
Sin embargo, no es la primera vez que se especula con la femenina de algunas atletas. Hace diez años, el caso de la alemana Heidi Krieger, que fue campeona de Europa en el año 1986 con la RDA conmocionó al mundo.
El cuerpo de Krieger sufrió tal transformación tras haber sido sometida desde los 16 años a un estricto plan de dopaje a base de esteroides androgénicos con fines anabolizantes que se parecía más al de un hombre que al de una mujer. Esto le llevó a someterse a una operación de cambio de sexo en 1998 para convertirse definitivamente en varón. Ya no existiría más Heidi Krieger, sino Andreas Krieger.
La atleta decidió denunciar al médico encargado de su preparación farmacológica, el doctor Hans-Joachim Wendler, que llegó a suministrarle 50 gramos semanales de hormona masculina, lo que acarrea un alto riesgo de aparición de efectos secundarios masculinizantes.
Un caso más reciente es el de la también teutona Yvonne Buschbaum. La saltadora de pértiga, con dos medallas de bronce en Campeonatos Europeos, anunció hace dos años que se sometería a una operación de cambio de sexo.
"Desde hace años me siento en un cuerpo ajeno y quien me conoce lo ve tan claro como yo. Soy un hombre en un cuerpo de mujer", declaró la alemana, que no obstante aclaró que su situación nada tenía que ver con la ingesta de sustancias prohibidas.
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