Papás en la cocina de la crianza
La señal infantil Nickelodeon realizó una investigación con el sugestivo título de “Mamás a la oficina, papás a la cocina” y destaca que el 70 por ciento de los padres declaran ser más afectivos con sus hijos que el modelo de varón que ellos recibieron.
Por Luciana Peker
Antes los padres eran jefes de familia, distantes, el único ingreso económico en el hogar, autoritarios, estaban poco involucrados en la educación de sus hijos y daban una imagen de respeto y de temor. “Ya vas a ver cuando llegue tu padre”, era la frase de amenaza a la inminente presencia paterna que repetían las madres para escudarse de encaminar las travesuras de sus hijos. Por eso, en la división estricta de roles de género, las mujeres (en su mayoría) eran amas de casa, cariñosas, responsables del cuidado del hogar, estrictas y consistentes en su mensaje, responsables de la educación de sus vástagos, se quedaban embarazadas entre los 18 y los 22 años y daban una imagen de seguridad y protección. El mapa de la división de la paternidad y la maternidad hace apenas unas décadas (y los cambios en el siglo XXI) no lo da un nuevo manual de estudios de género sino la investigación “Mamás a la oficina, papás a la oficina”, realizado por la señal infantil Nickelodeon, en julio del 2009.
El título del sondeo es más esperanzador que real, ya que, a pesar que cada tanto ellos metan unas patitas en el horno o se manden (la parte) con un pollo a la mostaza copiado de El Gourmet, el 90 por ciento de los padres trabaja y no hace la comida en forma diaria. Sin embargo, la investigación refleja que el 70 por ciento de los padres actuales es más afectivo y expresivo que sus propios padres. Y un gran cambio (¿no será mucho?): ahora son padres niños. El 64 por ciento de los hombres comparte con sus hijos el gusto por los juegos electrónicos.
Carlos García, director de Investigación de Mercado para MTV Networks de Latinoamérica apunta: “El papá es un chico más en la casa, está emocionalmente conectado, se mira al espejo y no se parece a su padre. Y es la persona a la que recurrir para la diversión, para salir a pasear, para hacer trabajos creativos de la escuela y conseguir permisos. Pero ahora no son ellos sino las madres las personas que buscan los hijos para pedir un consejo, resolver un problema o curar alguna enfermedad”. En cuanto al mapa del cambio femenino, García señala: “El 48 por ciento de las argentinas tiene trabajo, comparado con un 37 por ciento de las mexicanas y colombianas. Pero en Brasil las mujeres participan más del mercado laboral, en una proporción del 60 por ciento”.
La investigación indagó sobre el nuevo rol de los padres y reflejó que, a nivel global, los varones ahora pueden faltar al trabajo para cuidar a sus hijos (ojalá que el sondeo se cumpla ante los estragos de la gripe A H1N1 con los chicos sin un mes de clases), que ayudan con la tareas escolares, se ocupan de las tareas domésticas (podemos decir que tal vez el mapa peca de optimista, pero pequemos también de optimistas nosotras que, al menos, hacia esa igualdad de barrido por barrido es a la que queremos ir), no tienen problemas en cuidarlos (bueh, ¿por qué deberían tener?), los acompañan en las actividades recreativas (llevarlos a jugar al fútbol o a sacarse una pintita amarilla en el cinturón de tae kwon do siempre estuvo en el top ten de las alegrías paternas) y les dedican el mayor tiempo posible (ok, que siempre es menos que el mayor tiempo posible de las madres, pero que sigue siendo un avance), según el artículo “New Millenium Dads” que se encuentra en www.Dadstoy.com/articles y que concluye que: “Los padres de hoy se involucran más en la crianza de los hijos y en las tareas del hogar de lo que lo hacían 10 años atrás”.
FUENTE:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-5065-2009-07-29.html
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