Redacción NotieSe
México DF, septiembre 18 de 2009.
La epidemia del VIH/sida en Guatemala, Honduras y Nicaragua está fuertemente relacionada con la pobreza y una deficiente infraestructura de servicios de salud sexual, por lo que el número de casos va en aumento sin que se hayan establecido políticas públicas basadas en el uso del condón como el método más eficaz para prevenirla.
Oportunidades Advocacy para Educación Sexual Integral en Centroamérica, informe elaborado por la International Planned Parenthood Federation (IPPF), señala que aunque estos países presentan avances en materia legislativa relacionada con la salud sexual y reproductiva (SSyR), hay una “evidente desconexión” entre los marcos legales y las políticas públicas que le dan respuesta.
El enfoque de los programas en SSyR se concentran en la salud reproductiva de las mujeres lo que focaliza las acciones gubernamentales en un segmento muy específico de la población e invisibiliza las necesidades reales de la población en general para recibir servicios en planificación familiar más allá de la regulación de la fertilidad, agrega el documento.
Apunta que de los tres países, Nicaragua es el que presenta el mayor riesgo en el aseguramiento de los insumos anticonceptivos por razones económicas pero sobre todo ideológicas. Sobre los índices de embarazo en adolescentes, Guatemala y Nicaragua es en donde se acentúa el problema, pues los programas gubernamentales son insuficientes y ninguno cuenta con acciones efectivas para prevenirlos.
El reporte de la IPPF observó una tendencia a fomentar la abstinencia y postergación del inicio de las relaciones sexuales como el método más efectivo para evitar los embarazos no deseados, además de contenidos en educación sexual con enfoques conservadores que hacen uso inclusive de valores promovidos por la Iglesia católica, poca o nula voluntad política para implementar educación sexual, así como estrategias concertadas de grupos derechistas para impedir la implementación de educación sexual en los sistemas educativos.
La penetración de grupos conservadores en la esfera de la toma de decisiones ha sido de manera diferenciada en cada país, pero con una agenda común que ha fortalecido el éxito de sus procesos de incidencia política, advierte.
De esta manera, la IPPF señala que en Nicaragua “el gobierno exhibe una religiosidad desbordada en documentos y discursos oficiales y ha establecido una alianza con la jerarquía católica para validar casi cualquier acto de gobierno”.
Sobre Guatemala, el informe asevera que no obstante una presencia menos evidente de la jerarquía católica, organizaciones como el Opus Dei cuentan con cuadros infiltrados en espacios clave de toma de decisiones. Mientras tanto en Honduras grupos conservadores como Provida cuentan con elementos que han logrado bloquear desde el Poder Legislativo la implementación de acciones a favor de la educación sexual.
Desde inicios de 2008 en Honduras se creó el libro de texto “Sí a la vida” elaborado por Provida y publicado con el apoyo de la Iglesia católica, con la finalidad de impulsar su reconocimiento oficial en los países de la región, únicamente El Salvador signó el acuerdo, y aunque este no representa compromiso alguno del Estado para incluirlo en el sistema educativo, “ha representado una especie de postura de representantes de un poder del Estado con respecto a la educación sexual y en general hacia la salud sexual y reproductiva”.
El reporte Oportunidades Advocacy para Educación Sexual Integral en Centroamérica, advierte que a pesar de los “preocupantes” indicadores sociales relacionados con la SSyR, los grupos conservadores cada vez establecen estrategias “más sofisticadas” para evitar “a toda costa” la implementación de educación sexual, como consecuencia de la debilidad de las organizaciones que les hacen frente.
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