viernes, 10 de julio de 2009

El papel de los varones URUGUAY

Les presentamos extractos de la Introducción de artículo de Carlos Guida y otros, disponible en nuestra Biblioteca Virtual


El papel de los varones en el diseño e implementación de estrategias para la atención de la Violencia Basada en el Género, en el contexto

de la Reforma del Sistema de Salud en Uruguay


INTRODUCCIÓN

Este trabajo está animado por el propósito de aprehender el modo en que los varones que participan del sistema de salud, perciben la problemática de la violencia doméstica contra las mujeres (en adelante, VDCM). Diversos factores convergen en estas complejas situaciones; entre los más importantes se encuentran la institucionalización de la atención a situaciones de VDCM, la vigencia del modelo médico hegemónico y las relaciones desiguales de género que imperan en los equipos de salud.

Los servicios de salud ubicados en el primer nivel de atención, citados frecuentemente como “puerta de entrada” al sistema sanitario, han sido catalogados por el MSP como el espacio privilegiado de aplicación del tamizaje para la detección oportuna de situaciones de VDCM. La reglamentación de la atención a la VDCM por parte del MSP, la incorporación del despistaje sistemático y la atención a las situaciones de violencia, se proyecta en un contexto en que la confidencialidad debe estar garantizada. Asimismo, su eficacia dependerá en grado sumo de la promoción de un enfoque de género integral e interdisciplinario. Las transformaciones profundas del sistema de salud hoy en curso, están signadas por la creación del Sistema Nacional Integrado de Salud, la descentralización de la Administración de Servicios de Salud del Estado y la construcción de un nuevo marco de derechos de usuarios y pacientes del sistema de salud.

La elaboración y puesta a punto de un instrumento de detección sobre situaciones de VDCM, implica una ruptura en el abordaje de esta grave problemática. La voluntad política del Programa Prioritario Salud de la Mujer y Género en lo que respecta a empoderamiento de mujeres en situación de pobreza económica y de mujeres en general históricamente discriminadas, supera ampliamente el paradigma materno-infantil, donde la salud de la madre fue condicionada y en ocasiones relegada, a la salud del feto y del recién nacido (Güida, 2003, López, A. y otros, 2003). Hasta hace algunos años era frecuente escuchar que “el útero es la mejor incubadora” y que la embarazada en riesgo y el feto constituían “un embarazo de riesgo”, entre tantas frases que develan el modelo reduccionista y sin enfoque de derechos.

De este modo, un nuevo modelo de atención a la violencia doméstica que promueve una ruptura política, epistemológica, ética y metodológica, irrumpe hoy en servicios de atención, donde aún la violencia hacia las mujeres es a menudo invisibilizada o naturalizada. Esta ruptura está políticamente pautada por un decreto presidencial y avalada por la Ministra de Salud, quien ha planteado en 2005 que la VDCM es un grave problema de Salud Pública.

La metodología propuesta para el abordaje de las situaciones de VDCM contra las mujeres desde el MSP recoge los aprendizajes de organismos rectores de la salud (notoriamente la OPS) y las experiencias en Uruguay de las organizaciones de mujeres. Se abre paso de este modo un profundo cuestionamiento a las prácticas hegemónicas en la atención de salud.

Ya desde inicios de los ’90 se viene considerando la perspectiva de la equidad de género como uno de los ejes del cambio social en relación a prácticas de VDCM, que legitiman la superioridad de los hombres sobre las mujeres. Sin embargo, éste es uno de los primeros estudios que hace centro en el posicionamiento de los varones ante la problemática y las posibles respuestas del sistema de salud. En el marco de la investigación cualitativa “La nueva condición del varón: ¿renacimiento o reciclaje?”, Arnaldo Gomensoro et.al. (1995) planteaban:

“En este sentido, no podemos menos que constatar que, prácticamente, todo lo que sabemos de las “contradicciones de género” se lo debemos al estudio, a la investigación y a la reflexión crítica realizada por las mujeres. Los varones, en cambio, hemos mantenido y mantenemos al respecto un casi sepulcral silencio, haciéndonos los distraídos, mirando hacia otro lado, como si nada estuviera pasando… Es justamente este hurtarse al tema, este soslayar sistemáticamente su consideración, este minimizar su importancia, lo que nos lleva a sostener que los varones no estamos renaciendo a una nueva condición, acompañando activamente el proceso de renacimiento femenino, sino que, a pesar de las buenas intenciones expresadas por muchos de los encuestados, apenas y a contra-mano, nos estamos “reciclando”, intentando “bancar”, con el menor costo posible, la nueva situación. Es decir, en el mismo momento en que nuestras compañeras están actualizando una auténtica “revolución”, pagando por ella los peajes correspondientes, nosotros, los varones, nos conformamos con aceptar, con suficiente buena disposición, tímidas “reformas”, aplicando la vieja y ya muy desacreditada receta de cambiar algo para poder lograr que todo quede como está”.

Puede hoy decirse que la actual administración de gobierno comienza a quebrar el ominoso silencio del colectivo masculino o su menosprecio hacia las manifestaciones de la violencia basada en el género en tanto grave problema de derechos humanos. Varias son las interrogantes: ¿cómo y cuánto cambiarán las prácticas de los equipos de salud a partir de la aplicación de las preguntas a todas las mujeres mayores de 15 años que consulten en el sistema de salud? ¿Serán atendidas con la misma calidad las mujeres en los sectores socioeconómicos altos que en los bajos? ¿Cómo se dará en los centros de salud una creciente visibilidad de situaciones de VDCM? ¿Cómo operarán los temores y prejuicios de los profesionales de la salud ante la demanda de atención y derivación de las mujeres? ¿Cómo actuarán los varones decisores y planificadores respecto a la necesidad de contar con los recursos imprescindibles para el cumplimento cabal de la aplicación del formulario y del protocolo sobre VDCM?

La publicación “Abordaje de situaciones de violencia doméstica hacia la mujer. Guía de procedimientos en el primer nivel de atención” del Programa Prioritario Salud de la Mujer y Género, incluye la problematización de la condición masculina al incorporar a los varones como sujetos protagónicos de esta grave problemática. Se cuestionan allí ciertos reduccionismos supuestamente explicativos y justificativos de la violencia masculina y se procura contemplar el cambio cultural en la construcción de masculinidades, con énfasis en las prácticas corrientes en los servicios de salud. Los equipos de salud parecen replicar los estereotipos de género, adaptándose a la realidad social de la población consultante. Esto, que queda en evidencia en el campo de la salud reproductiva, parece ser aún más grave y extensivo en la detección, prevención, atención, derivación de las situaciones de violencia doméstica. La ideología de género, encarnada en hombres y mujeres, se encuentra presente en niveles de decisión, planificación y en la atención en los servicios.

En lo que refiere a una de las manifestaciones de la violencia basada en el género, como lo es la VDCM, las mujeres han sido y continúan siendo las principales víctimas. La dimensión del daño es tal que además de contar con un promedio de una mujer asesinada por su pareja o ex pareja cada 9 días, los últimos informes del Observatorio sobre Violencia y Criminalidad dependiente del Ministerio del Interior, señalan que las denuncias por violencia doméstica han superado el número de rapiñas y hurtos denunciados. Tampoco deben desmerecerse los avances acumulados, entre los cuales destacan:

· La atención directa a mujeres en situación de violencia desde organizaciones de mujeres, con 20 años de experiencia

· La existencia del Servicio de Atención Telefónica de la Intendencia Municipal de Montevideo, instalado en 1992 y actualmente de alcance nacional

· La promulgación de la Ley 17.514 de Violencia Domestica, la instalación del Consejo Nacional Consultivo y el Plan Nacional de Lucha contra la Violencia Doméstica.

· Los avances en el sector salud ante la validación del protocolo y de la inclusión de preguntas de tamizaje en todas las historias clínicas a mujeres mayores de 15 años en los servicios de salud.


(...)


Sin embargo, aun parece imprescindible avanzar en varios planos: en la intersectorialidad e interinstitucionalidad de los programas y acciones, en la capacitación de los efectores de salud, en la inclusión en la currícula universitaria en pregrado y postgrado, fundamentalmente en las profesiones comprendidas en el área de la salud, en la optimización de los sistemas de registro en los servicios públicos y privados, en la atención de todas/os involucradas/os en situaciones de violencia domestica y sexual.

Actualmente, el sistema de salud en Uruguay se encuentra ante una oportunidad histórica: la creación de un Sistema de Nacional Integrado de Salud (SNIS), con un sistema de prestaciones integradas básicas para todos los efectores públicos y privados. Sin embargo, en las temáticas vinculadas a las relaciones de poder entre mujeres y varones, existen resistencias históricas. Muchos varones planificadores y prestadores de salud han resistido la inclusión de la dimensión de género entre las prioridades sanitarias; a pesar de ello, existe actualmente un especial interés y sensibilidad por parte de decisores del propio Ministerio de Salud Pública.

Es claro que ciertas actitudes y prácticas sustentadas en la ideología patriarcal, se erigen en obstáculos ideológico-culturales para la implementación de estrategias y acciones en la atención a las situaciones de VDCM. Esta investigación se propone describir y analizar las posibles resistencias desde los varones, en la particularidad de su subjetividad masculina. Es posible que muchas mujeres insertas en el sistema de salud compartan los argumentos, los posicionamientos y las resistencias ante la VDCM. Sin embargo, en esta primera aproximación el equipo de investigación ha enfatizado el campo de intersección entre las masculinidades y el ejercicio profesional como campo de indagación y producción de conocimientos.

En su objetivo general, esta investigación se propone analizar las percepciones, posicionamientos, actitudes y conocimientos de los varones decisores, planificadores y prestadores en el sistema de atención a la salud, respecto de la VDCM. El contexto está dado por la actual Reforma del Sistema de Salud. Los objetivos específicos que hemos derivado de aquí, son:

a) Describir y analizar las diferentes líneas argumentales de los varones con diversa inserción en el sistema sanitario sobre la atención a la VBG en los sectores público y privado, con énfasis en el primer nivel de atención y en el marco de la Reforma.

b) Aproximarse a la comprensión de las resistencias y de las potencialidades de los varones en los diferentes lugares de acción en el sistema de salud para el abordaje de la problemática

c) Sistematizar diversas propuestas para un abordaje socio educativo y preventivo de la VBG, desde un enfoque de APS, comunitario y centrado en los derechos humanos de mujeres y varones.

Se han empleado técnicas cualitativas: análisis documental, entrevistas semi-estructuradas y entrevistas colectivas. Se entiende que el dispositivo de entrevista habilita la aproximación a la subjetividad de los actores implicados; de ahí precisamente su pertinencia en el contexto de esta investigación. Para realizar las entrevistas se consideró que los entrevistados cumplieran los siguientes requisitos: i) estar vinculados a programas y/o servicios de salud en carácter de decisores, planificadores o profesionales con atención directa; ii) desempeñarse en servicios de Montevideo, departamentos limítrofes con Brasil, en el litoral, y en las zonas centro y sur del país, iii) ejercer diferentes profesiones y especialidades en el ámbito público o privado.

La muestra estuvo compuesta por veintisiete médicos y cinco profesionales no médicos. Diecinueve de los entrevistados son decisores/planificadores, de los cuales quince son doctores en medicina. A su vez, quince de los decisores/planificadores ejercen en el sub sector público. Es necesario tener en cuenta que trece de los entrevistados participan de la investigación desde su rol de atención directa a mujeres. Los entrevistados en carácter de decisores y/o de profesionales con atención directa, ejercen su profesión en otras instituciones con roles y cargos similares o disímiles a los que han sido seleccionados para ser parte del estudio.

De los cinco entrevistados no médicos, cuatro ocupan espacios institucionales de decisión (un psicólogo, un licenciado en ciencia política, un licenciado en educación, un contador) y el restante ejerce en tanto profesional con atención directa (psicólogo)

En cuanto a las especialidades, siete de los médicos entrevistados ejercen como ginecólogos, seis como psiquiatras, tres son administradores de servicios y o programas, dos pediatras, uno intensivista, un epidemiólogo, uno es médico rural, uno radiólogo, uno internista, uno otorrinolaringólogo, dos son médicos generales y uno es especializado en medicina familiar y comunitaria.

En cuanto al estado civil, veintitrés de los entrevistados son casados, tres divorciados, tres separados, dos solteros y uno en unión libre. En lo que respecta a las creencias y adhesión religiosa: cinco se definen católicos, dos cristianos, uno umbandista, uno metodista, uno budista zen, dos se definen creyentes sin religión, tres ateos, once no manifiestan adhesión a creencias ni religiones y en los seis restantes no se registra esta información. Las edades están comprendidas entre treinta y cuatro y los sesenta y nueve años, siendo el promedio de edad de los entrevistados de cincuenta años.

Se realizaron dos entrevistas colectivas, una en Montevideo y otra en Ciudad de Canelones. Para ello, fueron convocadas organizaciones no gubernamentales con trayectoria en la problemática de la VDCM, las que pudiesen delegar a un/una representante. Con las y los participantes se compartió el objetivo del estudio y se profundizó en la experiencia respecto al papel de los varones vinculados al sistema de salud ante situaciones de VDCM.

Se ha garantizado a los entrevistados la confidencialidad de sus testimonios, tanto en lo que refiere a su identificación personal como a su pertenencia institucional. El manejo de dicha información (entrevistas grabadas y desgrabadas) se restringe a los integrantes del equipo de investigación.

El análisis documental se encuentra integrado a los respectivos capítulos. Cada uno de los investigadores ha indagado un tópico, que el equipo entiende fundamental en el análisis del papel de los varones en el diseño e implementación de estrategias para la atención de la Violencia Basada en el Género, en el contexto de la Reforma del Sistema de Salud:

  • Representaciones y significados acerca de masculinidad

  • La perspectiva de género en la percepción de nuestros entrevistados
  • Acerca de las concepciones de género y salud y la relación con la atención a la VCDM en el contexto de la reforma
  • Obstáculos y resistencias del sistema de salud para abordar la violencia doméstica como un problema de Salud Pública

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