domingo, 17 de mayo de 2009

Colectivo Masculinidades Auto-conocimiento Género Teoría y Acción MAGENTA PERU


Querid@s amig@s:

Nos vamos este día hasta Perú, para presentarles al Colectivo Magenta, pero mejor dejamos que lo hagan ellos mismos:

Presentación del Colectivo MAGÉNTA

Qué es MAGÉNTA?

Para nosotros MAGÉNTA es nuestra respuesta colectiva al desafío de cambios en las relaciones sociales planteado por las mujeres y los feminismos. Una respuesta de apoyo, cuya simiente se encuentra en la necesidad de plegarnos a su larga historia de luchas y conquistas por la afirmación de sus derechos y la igualdad entre
géneros.

Una respuesta que pretende poner énfasis en la violencia masculina hacia las mujeres. Con la intención de cuestionar, en cuanto ambiente nos sea posible o permitido participar, la distribución tradicional del poder entre mujeres y hombres y los roles tradicionalmente asignados a ambos. Resaltando que el discurso de la violencia y la superioridad masculina termina (y comienza) siempre en un discurso de odio, insatisfacción e inseguridad que se potencia al sentir que empiezan a perder poder.

Una respuesta centrada en el reconocimiento de las responsabilidades masculinas en el mantenimiento de las estructuras de dominación y subordinación hacia las mujeres; mediante, sobre todo, el ejercicio de una revisión constante de nuestra propia historia de vida en relación al poder, de nuestras relaciones de poder.

Apostamos por el carácter productivo de este reconocimiento; que no ha de quedar en el sentimiento de culpa, sino en la necesidad de propiciar cambios, desde lo cotidiano, para la generación de alternativas discursivas a esta ya larga y desgastada (aunque no tanto como desearíamos) estructura de dominación.

Áreas de Acción

En esta respuesta se encuentran articuladas tres áreas básicas (la sectorización en áreas es solo instrumental pues, de hecho, la mayoría de estas se incluyen mutuamente) de actividades:

• Auto-conocimiento:

Mediante la conformación de grupos de reflexión de hombres (y/o mixtos) que sean un intento grupal y personal por diluir el ideal de masculinidad hegemónica; pero que sobre todo facilite la posibilidad de construir masculinidades alternativas a ella. Tenemos la segura sospecha que en estas reflexiones podremos encontrar los principales insumos para la generación de estrategias que sirvan en el proyecto de cambio de la masculinidad violenta tradicional en sectores poblacionales amplios.

Que sirvan como estrategias de prevención y lucha contra la violencia hacia las mujeres; engarzándose en el trabajo ya realizado por grupos feministas al respecto con mujeres de la comunidad y los hombres de su entorno.

Uno de los principales objetivos en esta área es el intento de entender cómo los hombres nos ubicamos en el contexto de las relaciones de género y cuáles son las alternativas discursivas que nuestra cultura ofrece más allá de la masculinidad hegemónica.

Haciendo del material autobiográfico un medio de producción teórico lo suficientemente válido para ser compartido en ambientes académicos. Un medio cuya principal herramienta pase de la observación a la auto-observación; al autoconocimiento.

Determinismos aparte, hoy en día es casi de sentido común el que nosotras y nosotros no somos personas completamente autodeterminadas en la elección de la manera como vivimos o somos; sino que además (y tal vez sobre todo) estamos permanentemente siendo construidos por la sociedad en que vivimos, incluso en nuestras características más íntimas. De esta manera, por ejemplo; si la nuestra es una sociedad sexista, misógina y homofóbica; nosotros mismos terminaremos reproduciendo estos valores. Felizmente; retomando el ejemplo anterior, el sexismo, la misoginia y la homofóbia (como tantos otros factores que favorecen el que un grupo determinado de personas opriman y dominen a otras; o por lo menos que lo estén buscando permanentemente) no son lo suficientemente fuertes como para eliminar otros valores. Por lo tanto, en una misma sociedad o en una misma persona pueden coexistir la misoginia y el respeto y admiración por las mujeres. Es en tensiones como estas en las que ciframos nuestras esperanzas de cambio. Son estas, creemos, las que producen los malestares necesarios para el emprendimiento de una búsqueda personal productiva en el terreno de la equidad.

Estamos seguros que para romper con las dominaciones de género es necesario que dejemos de reproducirlas. Nosotros y nosotras mismas.

El enemigo (si nos permiten la expresión, finalmente eufemística) no es únicamente un elemento o agente externo que existe en El Otro. Se encuentra también en nosotros y nosotras mismos.

Así para nosotros, esta reflexión personal debe dar cuenta: Tanto del cómo contribuimos al mantenimiento del orden de status de género (ejerciendo violencia contra aquellas personas que consideramos inferiores); como de nuestra limitada capacidad (aprendida esta) de reconocer nuestras propias emociones, las emociones de los demás, sus necesidades y nuestra poca capacidad para ofrecer ayuda y apoyo a las y los demás.

Para nosotros todo esto busca generar la posibilidad de tender puentes de diálogo más justos entre los géneros.

• Teoría

Nosotros creemos que la construcción de un mundo sin jerarquía de género requiere un esfuerzo constante por interconectar y retroalimentar teoría y acción política y ersonal. Sin embargo, encontramos que hoy día los esfuerzos teóricos más logrados en el campo del género están significativamente apartados de la acción política, lo que impide un desarrollo más amplio de las luchas feministas y por la igualdad de género. Una mayor aproximación entre lo teórico y lo político se transforma, así, en una de las preocupaciones principales de MAGENTA.

Creemos que son las autoras feministas ligadas a la filosofía, el psicoanálisis y las ciencias humanas quienes más han avanzado en la comprensión del sistema de jerarquía de género, en especial, aunque no solamente, aquellas ligadas al postestructuralismo francés, quienes se han esforzado por comprender, a través tanto de investigaciones como de revisiones de la tradición del pensamiento occidental, omo los sistemas de opresión están profundamente diseminados en nuestras prácticas sociales y como requieren de la participación activa de nuestros propios cuerpos para su reproducción.

Dentro de estas teorías, nos interesan especialmente aquellas autoras y autores que se han esforzado por colocar a la masculinidad en el centro de la reproducción de las relaciones de poder. Algunas autoras, como por ejemplo Rita Segato, han postulado ser la masculinidad la forma primera de opresión de la cual derivan las demás. Otras, como es el caso del antropólogo portugués Miguel Vale de Almeida, si bien se abstienen de afirmar ser la masculinidad la identidad primera de la opresión, sí perciben en sus estudios que en torno a ella se articulan y se solidifican muchos de los sistemas jerárquicos de poder.

Junto a estas autoras, estamos convencidos de que la masculinidad como identidad de opresión y su relación junto a otras identidades de dominación no han sido pensadas con el detenimiento necesario. Sin embargo, ella no estuvo ausente del todo en la historia del pensamiento occidental y es muy importante poder percibir los momentos en los cuales la masculinidad emergió en esta historia, aunque marginalmente.

La tradición feminista viene siendo desde su origen muy fértil en la lectura entrelíneas del pensamiento occidental y nuestra intención es participar en el trabajo iniciado por ella.

Es importante notar que estamos en un momento propicio para tocar el tema de la masculinidad en el campo de las humanidades. La reflexión teórica feminista ha echado raíces en los diferentes campos de reflexión y cada vez es más evidente que la reflexión sobre la naturaleza de la opresión o de la dominación debe pasar bien por la opresión masculina, bien por la generificación o bien por la diferenciación sexual. Muy indicativo de ello es el hecho de que figuras fundamentales del pensamiento de finales de siglo XX, como Derrida o Rorty en la filosofía, Godelier o Rabinow en la antropología o Bordieu en la sociología, han dedicado parte importante de sus reflexiones teóricas a estas problemáticas.

• Acción:

Ya que es necesario no perder de vista que dado el estado actual de cosas (por ejemplo, en materia de violencia) es prioritario centrar las iniciativas de intervención en las mujeres -en eliminar las variables que las ponen en situación de iesgo y desventaja-; incluimos, en primer lugar, actividades basadas en una de las más recurrentes de las lecciones aprendidas a partir del trabajo con ellas en la búsqueda de lograr empoderamiento y agencia política de sus derechos: la necesidad de incluir a los hombres en sus actividades (de prevención, atención, etc.) con el objetivo de maximizar resultados en, por ejemplo temas relacionados a salud sexual y salud reproductiva o violencia basada en género.

Sumada a esta lección hacemos eco de otra, extraída de las diferentes experiencias de trabajo con hombres: es necesario trabajar con adolescentes y jóvenes pues es fuertemente perceptible (tanto por cualquiera que haya trabajado con mujeres en la atención de sus denuncias por situaciones de violencia o con hombres en programas destinados a la lograr un cambio en sus actos de violencia) que los hombres comenzamos a aprovechar los -aparentes- beneficios que el orden social jerarquizado de género nos ofrece, desde muy temprana edad. Por esto nuestras actividades de intervención se centran en poblaciones de adolescentes y jóvenes; mediante la prevención de la violencia través de la promoción de la convivencia basada en el respeto, la tolerancia y la igualdad; empleando estrategias que incluyen la perspectiva de género y nociones como el poder y la masculinidad (visibilizando los diferentes actos de violencia que el aprendizaje de nuestra identidad como hombres pretende legitimar) como agentes potenciadores de reflexión y generación de alternativas discursivas a la violencia.

En segundo lugar (aunque no por ello menos importante), incluimos en esta área de trabajo las derivadas de la necesidad de apoyar (como un colectivo dedicado a trabajar la cuestión de las masculinidades) las diferentes actividades realizadas por los grupos feministas y de mujeres en pos de la valoración y afirmación pública de sus derechos.

Destacamos las siguientes actividades en esta área:

Apoyar al PHRSV; tanto en la facilitación y co-facilitación de sus reuniones como en la divulgación y estructuración de las actividades necesarias para su realización.

Elaborar e implementar módulos de trabajo con adolescentes y jóvenes dirigidos a la promoción de la convivencia mediante el ejercicio de una postura crítica al modelo hegemónico de masculinidad (actualmente venimos ejecutando un modulo de intervención con adolescentes, de tres sesiones de duración; y hemos efectuado talleres de una sesión con un grupo de estudiantes del Colegio Cipión Llona y con un grupo de jóvenes de Villa María del Triunfo.

Realizar contactos y fortalecer nuestras relaciones junto a organizaciones e instituciones que trabajen el tema de género, masculinidades y con grupos LGTB.

Participar activamente de las actividades relacionadas a las diferentes campañas convocadas por instituciones o grupos que trabajen el tema de genero y de aquellas promovidas por mesas de trabajo contra la violencia hacia la mujer, las dedicadas a temas de trabajo con jóvenes y de aquellas por la no discriminación de grupos LGTB.".


Les invitamos a visitar el sitio de los compañeros a través de nuestro enlace o directamente por la dirección "http://www.colectivomagenta.org"

Contamos en nuestro CEDOC con el Boletín de MAGENTA, que les presentaremos en otra entrada.

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